miércoles, 1 de julio de 2009

¿Qué es la comunicación para el desarrollo?

Para poder hablar sobre la comunicación para el desarrollo primero entendamos que es el desarrollo.

El concepto de desarrollo surgió al término de la segunda guerra mundial, las grandes potencias Estados Unidos y varios países de Europa tuvieron la necesidad de crear un concepto que responda a las inquietudes e inconformidad de las nuevas naciones tras los procesos de descolonización, por las grandes desigualdades de riqueza que se dieron entre estos dos grupos y que caracterizaban las relaciones económicas internacionales hasta hoy en día.

Entonces, el termino desarrollo es un concepto netamente económico donde se remarca que los países capitalistas centrales son los desarrollados y por ende el modelo a seguir de los países que no lo son por su baja producción y sus escasos ingresos de capital.

Dichos países se encargaron de convencer a los países nacientes de que tienen la posibilidad de llegar al progreso y al bienestar.

A ese efecto, se trataron de construir un concepto de desarrollo económico, a partir de la idea de que este corresponde al desdoblamiento del aparato productivo, en función de la conocida clasificación en tres sectores: primario, secundario y terciario.

Para explicar porqué son los países avanzados aquellos en los cuales ese desdoblamiento se ha realizado plenamente, se toma al proceso de desarrollo económico que ha tenido lugar en los países capitalistas avanzados como un fenómeno de orden general.

Las distintas economías que integran el sistema internacional se ubicarían en fases inferiores del mismo proceso, enmarcadas en un esquema dual: desarrollo-subdesarrollo, que sería sustituido más adelante por otro más sofisticado.

Así entendido, el concepto de subdesarrollo es idéntico al de situación pre-industrial. El subdesarrollo sería, pues, una situación previa al desarrollo económico pleno (cuando ya se hubiera completado el desdoblamiento sectorial), existiendo entre ambos momentos el llamado despegue en el cual la economía en cuestión reuniría ya las condiciones para iniciar un desarrollo autosustentado.

En resumen la tesis central de la teoría del desarrollo es que el desarrollo económico representa un continuum, en el que el subdesarrollo constituye una etapa inferior al desarrollo pleno. Este representaría, algo accesible a todos los países que se empeñaran en crear las condiciones adecuadas a ese efecto.

Un segundo aspecto a destacar en la teoría del desarrollo es su insistencia en que el desarrollo económico implica la modernización de las condiciones económicas, sociales, institucionales e ideológicas del país, la modernización correspondiendo en última instancia el acercamiento de dichas condiciones a los patrones vigentes en los países capitalistas centrales. El proceso de modernización, además de traer consigo la posibilidad de tensiones y crisis, se manifestaría durante cierto tiempo mediante una situación de dualidad estructural, que opondría un sector moderno al sector tradicional de la sociedad en cuestión. El tema de la modernización y la noción de dualismo estructural inspiraron el grueso de la producción sociológica y antropológica de ese período.

Finalmente, un tercer aspecto a considerar en la teoría del desarrollo es su proyección en el plano metodológico. En la medida en que desarrollo y subdesarrollo eran, en el fondo, la misma cosa, vale decir momentos constitutivos de la misma realidad: la economía capitalista industrializada, sólo podrían ser diferenciados mediante criterios cuantitativos, los únicos adecuados para ubicar una economía en este o en aquel grado de la escala evolutiva. Así, el subdesarrollo se definiría a través de una serie de indicadores: producto real, grado de industrialización, ingreso per capita, índices de alfabetización y escolaridad, tasas de mortalidad y esperanza de vida, etc., destinados a clasificar a las economías del sistema mundial y a registrar su avance en la senda del desarrollo.

Los inconvenientes de esa metodología son evidentes. Al ser esencialmente descriptiva, no posee cualquier capacidad explicativa. El resultado a que arriba es una perfecta tautología: una economía presenta determinados indicadores porque es subdesarrollada y es subdesarrollada porque presenta esos indicadores. Girando en círculo, el análisis no puede aspirar sino a establecer correlaciones verificables, que no arrojan de por sí ninguna luz sobre las cuestiones referentes a causa y efecto.

Para entender el porqué de ello, hay que recurrir a una línea de análisis que tiene que ver con el papel de Estados Unidos en la construcción del mundo de la posguerra. Haremos aquí a un lado la consideración sobre sus iniciativas en el plano político, económico y militar, para ocuparnos tan sólo de lo que hizo en el plano ideológico.

Destaque especial merece la creación de comisiones económicas regionales, subordinadas al Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas y con asiento en Europa, Asia y el Lejano Oriente, y América Latina; posteriormente, se crearon dos más, para África y Asia Occidental. Su objetivo era estudiar los problemas regionales y proponer políticas de desarrollo. En realidad, la misión fundamental atribuída a esas comisiones fue la de ser agencias de elaboración y difusión de la teoría del desarrollo, en el contexto de la política de domesticación ideológica que los grandes centros contrapusieron a las demandas y presiones de lo que vendría a llamarse de Tercer Mundo.

Ahora bien no debemos mezclar lo que es el desarrollo con lo que es el desarrollismo.

El desarrollismo es la producción ilimitada de bienes materiales, explotando a los seres humanos y a la naturaleza; un patrón de consumo creado por los valores y necesidades del mercado; altamente derrochador de energía fósil. El desarrollismo es capitalismo según lo afirma Julio Escalona.

Entonces volviendo al tema central, la comunicación para el desarrollo es la integración de esta rama social a los proyectos de desarrollo.

La comunicación estratégica es una herramienta eficaz que puede contribuir a lograr los objetivos y la sostenibilidad de los resultados de los proyectos de desarrollo. Informar, educar o elevar el nivel de conciencia son ingredientes necesarios de la comunicación, pero no son suficientes para que la gente cambie prácticas y comportamientos establecidos a lo largo de mucho tiempo. La comunicación estratégica busca lograr un cambio en el comportamiento y hacer sostenible el desarrollo alcanzado.

Todo proceso de desarrollo requiere de un cambio en el comportamiento de las partes involucradas.

Por ello Ignacio Tabares, en su artículo "La Educación como Motor de Desarrollo"; nos muestra que la educación es una práctica que tiene dos efectos: la capacitación y la formación. Es una práctica porque se la entiende como una labor que realizan agentes especializados sobre una materia prima (alumnos) con instrumentos adecuados. Los agentes especializados son los educadores. Estas personas realizan la práctica educativa con el fin de que los sujetos de la educación, generalmente niños y adolescentes, sean transformados en sujetos adaptados a una determinada sociedad. De la práctica educativa surge esa transformación que se advierte como una capacitación y una formación cuya finalidad es posibilitar dicha adaptación.

Primero el desarrollo no puede llegar a su máximo estatus si la gente no se convence de que hay una forma de desarrollarse por ello Rosa María Alfaro en su libro “otra comunicación para otro desarrollo” nos cuenta que esta corriente necesita de los periodistas y de los medios de comunicación para que se propague el desarrollo en los lugares más lejanos posibles.

En segundo lugar la comunicación para el desarrollo se ha convertido en una rama de la comunicación social que trabaja en los proyectos del sistema desarrollista que busca ayudar a los países denominados sub desarrollados y con potenciales a alcanzar el desarrollo.



BIBLIOGRAFIA:
• Otra Comunicación para Otro desarrollo, María Rosa Alfaro.
• Historia de la Idea de desarrollo, Alfred Rish.
• Comunicación y desarrollo, Daniel Prieto Catillo
• El desarrollismo, Julio Escolona
• Teoría del desarrollo, Ruy Mauro Marini

Claudia Roura
Octavo semestre C
Planificación de la comunicación

No hay comentarios:

Publicar un comentario